JC: Ahora lo siguen los buenos

 Se acabó el dato duro con fecha, hora, lugar y dónde, acá aparece un nuevo método, dejar hablar al entrevistado. Muchos silencios entre respuesta y pregunta. Mucha risa socarrona diciendo que en lo que se dijo no se dijo todo, mucha auto referencia, y demasiada experiencia propia.

 Por JLI

Julio Cesar Rodríguez tiene, entre otras cosas, la potestad de señalar que él ha quebrantado los paradigmas más pragmáticos del periodismo de Escuela, esos que señalaban que toda entrevista debía tener una pauta, que las pirámides invertidas, que el Lead y otras chauchas.

Ahora, que se llama JC, simplemente entrevista con el estómago, con lo que sabe o conoce del entrevistado, con lo que él siente y con lo que le interesa saber.

Se acabó el dato duro con fecha, hora, lugar y dónde, acá aparece un nuevo método, dejar hablar al entrevistado. Muchos silencios entre respuesta y pregunta. Mucha risa socarrona diciendo que en lo que se dijo no se dijo todo, mucha auto referencia, y demasiada experiencia propia.

A todo esto le debemos agregar una correcta puesta en escena, una producción contingente y los toques traídos desde otros lates como son los coros, que buscan dar un aire distinto en el plano de los quiebres musicales.

Los entrevistados salen cómodos, declaran frases para el bronce y agradecen el que los inviten. JC se complace y todos quedamos siempre esperando más, en atención a que el entrevistador se dio a conocer en la otra línea, develando secretos, interpelando culpables, descabezando altos mandos militares.

Ese JC combativo no sabemos si tomó vacaciones o febrilmente se retiró para dar paso a este otro, que dejó de ser un Lado B para convertirse en un hombre que quiere que lo sigan los buenos.

 Síganme los buenos (SLB)/ Lunes a viernes 23 horas/ Canal Vive!

1 comentario
  1. Gabriela Méndez dice

    Me gustaría que comentaran con la doctorísima el tema de las ayudas y bonos que da el gobierno: la letra chica, la mínima cantidad de gente que puede acceder a los beneficios, la forma misteriosa en que la encuesta CAS se las arregla para dejarnos en el rubro «Ud. está en el grupo que es el menos vulnerable» y no te da beca de estudio ni otro beneficio en circunstancias que junta las platas de toda la familia para llegar a decir que somos pudientes. Mi hija es allegada junto a mi nieta y viven con mi esposo y yo, somos jubilados, entonces la encuesta dice que no tienen derecho a nada por ser pudientes. Es una vergüenza.

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