Diputado enrostran falta de control a generales por uso indebido de fondos de la Ley Reservada del Cobre

El general Iván González López, y los generales retirados Jorge Salas Kurte y Antonio Cordero Kehr, explicaron los procesos de control que la institución tenía para la entrega e inversión de estos recursos.

En particular, el general Jorge Salas expuso como funcionaba el sistema y negó que hubiese dado la orden de no revisar las facturas, en medio de la polémica por el uso que se hizo de estos recursos en que se encuentran diversas personas procesadas, entre ellas un cabo del Ejército que habría gastado millonarias sumas en un casino de juegos por varios años.

“Yo no he ordenado no revisar facturas. Es falso y además carece de sentido. Ustedes vieron que las medidas que aquí se expusieron ante la comisión, precisamente constituían una gestión orientada a mejorar fiscalización y control”, señaló.

Abordado al final de la sesión, para que indicara quienes eran los responsables de la cuadratura de las cuentas, la falta de control que facilitó este fraude y si hay personeros de más alto rango involucrados, el general Salas dijo que eso lo determinará la investigación y recalcó: “yo no soy tan irresponsable de tirar nombres a la palestra como he salido yo sin ningún fundamento. Yo no voy a caer en eso. Yo tengo ética”, enfatizó.

Tras las exposiciones, el presidente de la comisión, diputado Jaime Pilowsky (DC), reiteró que se evidencia que no había un sistema de control moderno y que los funcionarios involucrados más que saltarse procedimientos, estos controles no existían.

“Estamos frente a una situación bastante grave (…) lo que nosotros vamos a desarrollar en las próximas citaciones es ir bajando en esta escala para determinar qué funcionarios estuvieron a cargo de esta no fiscalización, de la inacción en medidas de control”.

El diputado Pilowsky reveló que un elemento reconocido como “un grave error” por parte del general González López fue no tomar las precauciones -el pasado 2 de abril de 2015-, cuando se descubre este fraude, para proteger la información, en referencia al borrado de un computador con información sobre el caso.

Por su parte, el diputado Nicolás Monckeberg (RN) insistió que la única conclusión hasta ahora no es que fallaron los controles sino que “no existía ningún control”.

El legislador también criticó el rol fiscalizador de la Contraloría General del República y, si hubo esta fiscalización a los fondos de la Ley Reservada del Cobre, “por qué lo hizo tan mal”. Añadió que echa “de menos una autocrítica real de parte del Alto Mando del Ejército” y que espera la certeza de que esto nunca más se volverá a repetir.

“Yo espero que antes que termine esta comisión, generales que estaban a cargo no solo hagan una autocrítica sino que arriba de la mesa pongan las pruebas suficientes para que los chilenos queden tranquilos, que nunca más esto volvería a ocurrir”.

Por su parte, el diputado Marcelo Schilling (PS) dijo que hay prejuicios sobre la investigación y que se piensa que hay que establecer responsabilidades de generales y si eso no pasa «no se habrá actuado con la diligencia necesaria». Sin embargo, el parlamentario recalcó que eso no es necesariamente así. «Aquí perfectamente la responsabilidad puede quedar establecida en niveles intermedios, porque a medida que se va esclareciendo la complejidad del proceso de toma de decisión y de determinación del uso de los recursos, se van abriendo otras posibilidades». Por ello, señaló que será importante cómo sigue la investigación, sin asignar a priori la responsabilidad de los hechos. En esa línea mencionó que es necesario aclarar por qué no circuló a nivel superior información de un oficial de inteligencia que alertó de las irregularidades en el año 2011, sin que se le diera el curso debido al interior del Ejército. «Eso es relevante para establecer si hubo o no responsabilidades en los niveles altos del Ejército», sostuvo.

Finalmente, el diputado Shilling recordó que las instituciones armadas tienen sus áreas de inteligencia y que una «contribución» que puede hacer el Ejército es «echarle una mirada al nivel de vida de sus oficiales, si se corresponden o no con sus niveles de ingresos que tienen».