El verdadero sentido de la capacitación
Conjuntamente, lo ideal es que todos los segmentos de una organización se capaciten, sólo de esa forma se potenciará la empresa. Al menos una vez al año los trabajadores de una compañía deberían capacitarse en su labor técnica y de relación interpersonal.
Escribe Rodrigo Correa Celis, Gerente PayRoll Capital Humano
La actual evaluación que realizó la comisión del ministerio del Trabajo al sistema de capacitación en Chile hizo lapidarias críticas a los esfuerzos que se ha hecho en este ámbito durante todo este tiempo. Es cierto que se deben hacer cambios y perfeccionar el sistema, pero la manera en cómo se mejore es el principal problema.
Eliminar la franquicia tributaria no es el camino para optimizar la capacitación en Chile. Esto agravaría el panorama porque, como mencionó la comisión liderada por Larragaña, la franquicia tributaria hoy en día es el único instrumento de política pública para promover el capital humano.
El informe de expertos además reveló la falta de equidad, eficacia y eficiencia del sistema de capacitación, sin embargo, la franquicia tributaria es un gran instrumento para llegar a todos los segmentos que requieren perfeccionamiento para lograr mayor performance en su trabajo y asimismo tener una mejora en la remuneración, gracias a que la ley hace una discriminación positiva debido a que el descuento que realiza el SENCE a las empresas es mayor, mientras menor sea el ingreso del trabajador capacitado.
Para una secretaria que se formó en un liceo técnico e ingresa a una organización con planes de desarrollo profesional, la franquicia tributaria es una fórmula concreta para que se perfeccione y reciba herramientas que mejorarán su desempeño.
Además, la franquicia otorgada por el SENCE es una política laboral orientada a mejorar la productividad, por lo tanto, genera que las empresas produzcan bienes o servicios, pero no que aumenten su fuerza laboral. No se puede esperar que la capacitación genere mayores niveles de empleo, sino mejores. Su objetivo es mejorar la calidad de sus profesionales y aumentar la remuneración, pero no está enfocada en crear más puestos de trabajo.
A pesar de que no hay cifras que midan cómo mejora la productividad de una empresa luego de una capacitación, si se puede determinar a través de los costos directos e indirectos que se generan al realizar ésta. Si una empresa suma todos estos costos y mantiene en el tiempo una política de capacitación, el retorno que recibe, que en este caso es la productividad, será mayor a los costos.
Si se está pensando en generar mayor empleo, no debiéramos perder de vista que eliminar la franquicia va a repercutir directamente en las empresas que subsisten con ésta ¿Cuántas de las 2.400 OTEC y 20 OTIC que hoy existen en el país se verían afectadas en su gestión interna y por ende, deberían reducir su dotación de personal, generando mayor desempleo?
Conjuntamente, lo ideal es que todos los segmentos de una organización se capaciten, sólo de esa forma se potenciará la empresa. Al menos una vez al año los trabajadores de una compañía deberían capacitarse en su labor técnica y de relación interpersonal.
Para lograrlo, hago un llamado a analizar el verdadero sentido de la capacitación y a generar medidas que perfeccionen el sistema, sin dejar atrás todo lo que se ha construido durante estos años e incluyendo a todos los actores involucrados en esta industria para generar mejoras y no sentencias.