Empaquetadores: 24 mil oportunidades!

Es preciso tener presente que transitar a una solución vía contrato estándar no beneficia a los empaquetadores. ¿Por qué? Un contrato tiene otras implicancias que se deben tener a la vista: exige cumplimiento de horarios más rígidos, extingue la posibilidad de ser carga de los padres, restringe el acceso a becas y beneficios sociales, e incluso a créditos de estudios.

Escribe Susana Carey C., Presidenta Supermercados de Chile A.G.

Recientemente, se ha puesto sobre la mesa el tema de los empaquetadores de supermercados, y las prácticas en que han incurrido las agencias que los organizan. Hemos visto que estas entidades no sólo les cobran por entregarles un uniforme, sino que algunas de ellas les exigen un pago por cada turno en que les permiten trabajar.

Tales prácticas son sencillamente inaceptables y es urgente hacer frente al vacío legal en que se encuentran los empaquetadores.

En la actualidad, la estimación es que más de 24 mil jóvenes estudiantes a lo largo del país destinan parte de su tiempo al desarrollo de esta actividad. Gran parte de ellos pertenece a familias de escasos recursos, y aprovechan los ingresos que reciben de esta actividad para contribuir a su hogar o bien para financiar parte de sus estudios. La clave que ha permitido que tantos estudiantes se beneficien de esta labor se encuentra en que ellos eligen el horario, compatibilizándolo con su carga de estudio, a cambio de una retribución del cliente (la propina).

Lamentablemente, en los últimos años, una actividad que en su origen se implementó como un aporte del supermercado al barrio donde se emplazaba, se distorsionó. Surgieron estas “agencias” intermediadoras, que si bien organizan la actividad, ejercieron los cobros que no corresponde. Resulta sumamente necesario implementar cambios a la brevedad, realizando los ajustes que enmienden las distorsiones y que, al mismo tiempo, protejan la actividad.

Con ese objetivo, es preciso tener presente que transitar a una solución vía contrato estándar no beneficia a los empaquetadores. ¿Por qué? Un contrato tiene otras implicancias que se deben tener a la vista: exige cumplimiento de horarios más rígidos, extingue la posibilidad de ser carga de los padres, restringe el acceso a becas y beneficios sociales, e incluso a créditos de estudios.

Dado lo anterior es que aparece como lo más conveniente la solución que se está discutiendo hoy en el Congreso, y que en primer lugar prohíbe todo tipo de “cobro por trabajar” a los empaquetadores. Propone permitir que sean los supermercados quienes organicen esta labor, en el marco de una relación directa con los jóvenes, asumiendo el costo de entregarles un seguro contra accidentes, y permitiéndoles el acceso a sus instalaciones.

El objetivo final debe ser conciliar dos objetivos: la adecuada protección a los jóvenes, y a la vez, la permanencia de la libertad de elegir horario que ellos mismos aprecian, y que les permite conciliar su actividad con sus estudios, sin perjudicar su acceso a distintos beneficios sociales. 24 mil oportunidades necesitan que lleguemos a un acuerdo.

4 Comentarios
  1. lilian olivares l. dice

    la presunta pérdida de beneficios sociales se explicaría SOLO si el ingreso percibido por el estudiante incrementa sustantivamente lo declarado por él y su familia, es decir, supera el IPC de su grupo el cual le habría dado derecho a una beca, los otros beneficios como el Fondo Solidario contempla hasta ingresos calificados en el quintil 4. Es tanto lo que perciben los jóvenes por el otorgamiento de nuestras propinas?, sólo trabajan jornadas de 3 o 4 hrs, tres veces a la semana, el abuso está en que deban pagar para poder desempeñarse, pagar por el uniforme, etc.y en que las agencias intermediarias se están quedando con la del león, para variar, eso es lo que hay que sancionar y legislar primero, la pérdida de su condición de carga familiar significa que él puede autovalerse, y lo logra con ingresos de 40 0 50 mil pesos mensuales? si es asi, diganme la fórmula, se arreglarían muchas más situaciones sociales.

  2. alejandra dice

    ey, susana carey: la retribución por qué tiene que ser del cliente, si el cliente no es el dueño del supermercado? cuál sería la lógica? tendría que pagar el supermercado a los niños, aunque sean part-time. Lo que usted señala no se ajusta a la realidad: demás podrían ser contratados por jornada parcial y ellos seguir eligiendo su jornada. Es intentar tapar la realidad con una argucia, que además, se nota… (el argumento que usted expone se puede homologar fácilmente a lo que dice el gobierno de los estudiantes, incluso en la ONU: las marchas son hermosas y heroicas, pero les aplicaremos la ley de seguridad interior del estado)

  3. alejandra dice

    y claro que lo de las agencias intermediadoras es un abuso… hace poco me comentaron de un «dueño» de una tal agencia Fénix, de homecenter de la Gran Avenida, defendiendo a los intermediadores, que les sacan plata a los estudiantes… esta gente no tiene principios, ni decencia, ni ética… eso de robarle al que tiene menos, porque el supermercado no les paga a ellos, es otra falacia…

  4. HIGINIO dice

    Las gigantescas utilidades del «retail» permiten con holgura que los supermercados administren directamente la actividad de empaque sin que las chequeras tiemblen. Por otra parte hay que hacer todo lo posible para terminar con las garrapatas que son esas empresuchas aprovechadoras de la necesidad de los jovenes y de su inexperiencia como trabajadores. ¿Que fué de aquellos jovenes empaquetadores que formaron su sindicato?

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