Creador de Netflix revela los secretos de su éxito

NetflixMarc Randolph inventó Netflix hace casi veinte años. Cómo, cuándo y con quién la creó y los beneficios de la juventud para levantar un imperio tecnológico. «Nadie tiene la idea perfecta al principio, va evolucionando. Más que una idea es más importante tener el coraje de hacerlo» asegura.

Por Info News

Hace 17 años, Marc Randolph gestó y creó, junto con Reed Hasting, una compañía que en el último trimestre de este 2014 facturó 1.066 millones de dólares, informa Revista Veintitrés. Pero Netflix no es sólo eso, si bien sus comienzos poco tuvieron que ver con lo que hoy hace la empresa, ya que la idea del cobro de un servicio de streaming bajo demanda modificó completamente la forma de ver cine y televisión. Su crecimiento es tal, que hoy en el mundo se estima que se consume la misma cantidad de televisión por streaming que por la vía tradicional.

«La idea original era alquilar películas por correo, alquilar DVDs a una persona, que los viera y devolviera. Y venderlos como Amazon. Pero fuimos aprendiendo lo que a los clientes les gustaba y lo que no, y aunque empezamos alquilando e incluso vendiendo películas, nos dimos cuenta rápido de que no era eso. Sabíamos desde el principio, y eso fue hace 17 años, que eventualmente la gente estaría viendo películas por Internet. Sólo que en ese momento no era posible. El desafío era ¿cómo construir un negocio exitoso si la única forma de darle películas a la gente es por correo? Algunas compañías encuentran su oportunidad cuando el mundo cambia: de repente se podían ver películas por Internet, aunque demoró mucho más de lo que esperábamos», dice.

–Netflix, como Spotify y otras empresas, cambiaron el eje en la discusión sobre el copyright –derechos de autor–. ¿Cuál es su posición al respecto?

 –No pensé mucho sobre eso y como ya no trabajo para la compañía, no quiero comentar. También sé lo que está pasando en Argentina con los impuestos y que hay una discusión al respecto, y no quiero opinar sin conocer bien lo que pasa.

–¿Existe un riesgo con sitios como Amazon o Netflix de que creen un monopolio?

–No. Algo maravilloso de la tecnología es que si tienes una posición monopólica siempre depende de lo último que haces. Hay muchos ejemplos de empresas que eran grandes líderes y fueron derribados por la nueva compañía. Tienes que estar constantemente en movimiento, creando, innovando y probando cosas nuevas. Cada vez que tenía éxito, siempre había alguien más que quería tratar lo mismo y derribarnos.

En el 2004, Randolph dejó Netflix. Ya había participado en el equipo fundador de más de media docenas de start-ups –compañías emergentes apoyadas en la tecnología–. Hoy es un emprendedor de Silicon Valley, un ejecutivo vinculado a la alta tecnología y un consultor de start-ups.

«Creo que muchos están emocionados con la idea de comenzar una nueva compañía o un nuevo proyecto pero parece algo muy aterrador y difícil. La gente siempre cree que necesita una educación especial, haber ido a una determinada universidad, un entrenamiento específico y vivir en Silicon Valley. Y en mis conferencias doy las herramientas para que se den cuenta de que si quieres que algo suceda, las posibilidades son tan buenas ahora que cualquiera puede hacerlo, cualquiera puede empezar su propia compañía, cualquiera puede tener éxito.

–¿Alcanza entonces con tener una buena idea?

–Exactamente, y eso es una de las cosas de las que voy a estar hablando. Porque no necesitas grandes ideas o ideas perfectas, sólo necesitas empezar y tratar algo. En todas las empresas en las que estuve involucrado en los comienzos, la idea original era muy distinta a lo que terminó siendo. Nadie tiene la idea perfecta al principio, va evolucionando. Más que una idea es más importante tener el coraje de hacerlo.

–¿Hubiese tenido el mismo éxito Netflix si la idea hubiese surgido fuera de los Estados Unidos?

En los países en desarrollo las condiciones son mejores. Por ejemplo, cuando trabajé aquí en San Francisco, vi tanta gente tratando de empezar compañías que las ideas eran muy chiquititas. Pero en otros países de América Central o Latinoamérica, como México, es remarcable la cantidad de excitación y la cantidad de cosas que hay por hacer. Cada vez que viajo fuera de los Estados Unidos me sorprendo con las ideas que hay. En estas conferencias generalmente, tengo que ser honesto, aprendo más que la audiencia.

–¿Hoy una idea que impacte en el mundo tecnológico es el modo más rápido y efectivo de volverte rico?

–Esa es una muy buena pregunta. Voy a contestar de un modo algo diferente. Ciertamente se volvió más competitivo. Cuando con Reed comenzamos Netflix no era así, costaba más. En ese momento yo estaba al final de mis 30 y tenía cierta experiencia. Ahora lo que es fabuloso es que las herramientas para empezar compañías son mucho mejores, es más fácil recaudar dinero. Las cosas que puedes hacer ahora son tanto más sencillas que casi cualquiera puede empezar una compañía. Entonces en un modo, si antes querías comenzar una compañía y ser exitoso, sólo podías hacerlo con muchos años de experiencia, si eras más grande. Lanzar el website para alquilar películas en su momento nos tomó seis meses y aproximadamente dos millones de dólares. Hoy se puede hacer en un fin de semana y con menos dinero, ese es el gran cambio. Muchas de las personas con las que trabajé tenían 17 años, no habían empezado la universidad aún y eran muy exitosos y muy ricos.

–Empezar con poca plata y sin dedicar tanto tiempo.

–Ahora se empieza tan rápido que ni siquiera tienes que pensar tanto sino intentarlo, lo que es especialmente interesante para gente que está en la universidad o en el colegio y les gustaría empezar una compañía y no tienen nada para hacerlo.

–¿Muchas de las empresas con las que trabajas están compuestas por personas jóvenes?

–Diría que las personas más grandes son mejores emprendedores ya que tienen más paciencia. Pero el problema es que a medida que te vuelves grande es más difícil tomar riesgos, trabajar por nada o por poca plata y estás preocupado y tienes una casa y un alquiler que pagar. Pero tengo una compañía a la que le va muy bien y creo que todos ahí tienen 40 o más. Es más fácil tomar riesgos en la vida cuando eres joven pero todavía hay esperanza para nosotros.

–¿Por qué sostiene ser un mentor más que un asesor?

–Me di cuenta de que los jóvenes son muy buenos con la tecnología y quizá también con el marketing. Pero cuando empiezan sus empresas se dan cuenta de que hay cientos de cosas que no vieron antes. Mi función entonces es ayudar a un emprendedor a convertirse en una persona de negocios exitosa. Eso implica más que darle unos consejos e irte. Requiere conocer a una persona, a sus cofundadores, etcétera, y honestamente es la parte que más me gusta: me permite sentir que estoy empezando una compañía pero a la vez me puedo ir a casa a la noche en lugar de quedarme trabajando hasta la madrugada.

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