Instituto Libertad alerta sobre escenario económico «complicado» en 2016

empleoTras crecer un 2,5% en el primer trimestre, la economía profundizó su desaceleración en el trimestre terminado en junio, al alcanzar un dinamismo de sólo 1,9%, para luego repuntar débilmente con un avance de 2,2% en el tercer trimestre, con lo que el PIB acumula un avance de apenas 2,2%. De esta forma, se alejan las expectativas de que la economía logre anotar una expansión de 2,5% en 2015, como aspiraban en el Ministerio de Hacienda, señala el informe del Instituto Libertad dado a conocer hoy.

El Think Tank, vinculado a Renovación Nacional, sostiene que este contexto, el IPoM  de diciembre presentado por el presidente del Banco Central, se convierte en la evidencia para proyectar un crecimiento cercano al tope inferior de 2% para 2016, escenario complicado si se considera el efecto permanente de una alta inflación. En noviembre, se alcanzó una inflación anual del IPC de 3,9%, y se espera que vuelva a aumentar por sobre 4%, lo que ha obligado al Banco Central a aumentar la tasa de Política Monetaria en 25 puntos base posicionándola en 3,75%  en diciembre de 2015.

En cuanto al crecimiento, dice el informe, se estima que el PIB crecerá a 2,1% el 2015, y si bien está dentro del rango proyectado en septiembre, este se ubica en la parte inferior de dicha estimación, que fue de 2% a 2,5%. Por otro lado, el crecimiento del PIB en el 2016 se sitúa entre 2 y 3%, rango inferior al previsto en septiembre lo que ya augura nuevos recortes en línea con la tendencia de los últimos IPOM, más aun considerando el débil desempeño del precio del cobre que acumula un descenso en torno a 30% en lo que va del año. En esta proyección la política monetaria seguirá siendo expansiva. La política fiscal continuará aportando al crecimiento del gasto, aunque con una intensidad menor que en el 2015.

En opinión del Instituto Libertad, “este frágil desempeño está en línea con nuestras estimaciones y nos demuestra que aún estamos lejos de alcanzar un punto de inflexión en cuanto al dinamismo de la economía, y lo más probable es que esta desaceleración nos acompañe durante todo 2016”. En efecto, en el escenario base, se reducen las perspectivas de crecimiento para el 2016 y se retrasa la convergencia de la inflación a la meta. De acuerdo al Instituto Libertad “tras el desempeño de los últimos Imacec está el impulso otorgado por la inversión pública, por lo que no se puede pretender que el dinamismo económico sea sostenible, menos considerando el crecimiento del gasto público de 4,4% para 2016, una cifra bastante menor al 9,8% en 2015”.

Con respecto al déficit de la cuenta corriente para el 2015 y el 2016 ambos presentan una considerable corrección al alza con respecto a la estimación de septiembre, lo que se explica en parte por el deterioro del escenario externo, la baja de los términos de intercambio, pero también por un menor volumen de exportaciones y una situación interna complicada. De esta forma, el déficit se establece en 1,7 y 2,6% del PIB, respectivamente (0,7 y 1,5% en septiembre).

En cuanto a la actividad nacional, se observa un crecimiento de 2,2% anual en el tercer trimestre lo que sigue siendo bajo en comparación con el potencial de crecimiento de nuestra economía, así como a la evolución histórica. Si bien los sectores ligados a la demanda interna perciben un mejor desempeño, no ocurre lo mismo con los recursos naturales, especialmente con la minería. Se espera que la demanda de China por el metal rojo se reduzca aún más durante los próximos meses lo que afectaría fuertemente a la economía nacional, por ser este su principal producto de exportación.

Por otro lado, el consumo privado parece no repuntar mostrando una variación anual de 2%, lo que se explica por las expectativas empresariales y de los consumidores que continúan en rangos pesimistas. A juicio del Instituto Libertad “mientras las expectativas no presenten mejoras, difícilmente lo hará la demanda y el consumo y con ello se postergará una vez más la tan esperada recuperación económica”. Para que lo anterior ocurra, se deberá despejar de incertidumbre el escenario local, pues sin duda que la serie de reformas e indecisiones a nivel interno están retrasando la inversión. Puede que las cifras de consumo y demanda revelen una leve mejoría, pero ello se debe a que la mayor parte de la expansión anual del tercer trimestre se explicó por el impulso público.

De acuerdo al centro de estudios, “la tendencia a la baja en los distintos indicadores económicos son reflejo de las malas condiciones económicas internas y externas  por lo que prácticamente nos vemos atacados por todos los frentes; una baja importante en los precios de los commodities y factores internos perjudiciales marcado por incertidumbres respecto de las nuevas reformas”.

En opinión del Instituto Libertad, “Chile se enfrenta a un entorno macroeconómico preocupante. Tras varios años de un positivo desempeño económico, la inversión en Chile se ha debilitado y el crecimiento se ha desacelerado de manera  marcada, ubicándose por debajo de su nivel potencial. Las causas de lo anterior no hay que buscarlas únicamente fuera de las fronteras, ya que los mismos shocks negativos que han afectado a la economía han golpeado a otros países de la región, que exhiben atractivas tasas de dinamismo económico. Al mismo tiempo, han resurgido las presiones inflacionarias, las que llevarán al IPC a ubicarse sobre 4% en los próximos meses, y también durante gran parte de 2016, lo que indica que las holguras son menores a las estimadas, abriendo las puertas a un cambio estructural en el ritmo de crecimiento de la economía”.

En este contexto, en IL advierten sobre “el fuerte golpe sobre los distintos indicadores de confianza en la marcha de la economía es reflejo de la agenda de cambios regulatorios impuesta por la autoridad, que ha minado el ánimo y las expectativas de los agentes privados. A su vez, las negativas cifras económicas contribuyen a deprimir las expectativas, y la economía entra en un ciclo perverso del cual es muy difícil salir”. En este contexto, en el Instituto Libertad señalan que Chile “ya se encuentra en un proceso de estanflación, caracterizado por bajos índices de actividad económica y altos niveles de inflación. Esta combinación viene a convertirse en la peor de las políticas públicas, puesto que afecta principalmente a los trabajadores”.

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